Pianos solitarios

Hay pianos sin dueño fijo. Pianos que esperan a que un socio eventual levante la tapa y acaricie sus teclas haciéndoles volver a la vida.

Podemos encontrarlos en hoteles, estaciones o aeropùertos, a merced de la voluntad de los viajeros, aparcados en un rincón u ostentosamente presentados en un “stand” como si fuesen estrellas de cine ante un fotocool.

De vez en cuando, alguien se les acerca y con mayor o menor destreza recorre su teclado produciendo una concatenación de notas que pueden formar parte del ejercicio de un principiante o de la virtuosa interpretación de un maestro.

Desentumecemos sus fieltros improvisando alguna melodía que resuena en el entorno mientras la gente de alrededor permanece sorprendida y atenta o circula indiferente hacia su destino.

Después de un rato, somos nosotros los que nos dirigimos a la puerta de embarque y posiblemente, tras unos minutos, otro músico levantará su tapa haciendo suyo el instrumento por unos momentos.

Pocas cosas alivian el aburrimiento de la espera com o encontrar un piano solitario esperando que alguien le haga sonar.

Queremos tocar en todos los pianos sin dueño que encontremos en nuestras andaduras y dejar constancia de ello en esta web.

En el Steinway del aeropuerto de Palermo. Junio 2018
En el Bechstein del aeropuerto de Duseldorf 1/06/2019
11/junio/2019. Canadá